Chapter Text
Al llegar al gimnasio todos acorralaron a Jae-hyun, le habían traído una cantidad de juguetes impresionantes, desde autos, muñecos de acción, trenes e inclusive una puta pista de carros que sé que me pediría armarla más tarde.
-¡Muchas gracias!- realmente estaba feliz con la cantidad de juguetes que estaba recibiendo, podía notarlo en su cara.
-Tu hijo es muy lindo Jaekyung- me había dicho Kim Changmin.
-Y muy educado- Ahora fue Gwak JunBeom el habló.
-¡Muy cierto!, se nota que fue criado por Dan, porque si hubiera sido por ti ahorita sería un mini gruñón- decía de forma burlona Oh Daehyun.
Lo hubiera golpeado si no fuera porque Yosep me detuvo. –Suéltame- decía moviéndome para que soltara mi hombro, -Contrólate, no te pongas violento delante del niño- Gruñí resignado, y obedecí.
_Narra Jae-hyun_
Este era de los mejores días de mi vida, jamás había recibido tantos juguetes al mismo tiempo. Todos me gustaban pero definitivamente mi favorito era la pista de carreras, le diría a mi padre que me ayudara a amarlo más tarde. Estaba distraído jugando cuando escuché un grito seguido de alguien azotando la puerta, que no paraba de decir:
-¿Dónde está?, ¿Dónde está?, quiero verlo, necesito asegurarme si realmente se parece a Dan- Voltee dónde provenía esa escandalosa voz. Pude ver a un hombre casi igual de alto que mi padre, con cabello medio rubio, ojos café claro, que tenía una sonrisa en su rostro, por una extraña razón se me hizo muy familiar.
-¡QUE COÑO HACES AQUÍ!- gritaba mi padre furioso
-Oh cálmate, que no te vengo a ver a ti, ya quisieras- decía en tono de burla ese hombre. La verdad si me causó mucha gracia, pues después de decir eso vi como un aura oscura rodeó a mi padre y su vena se notó en su frente.
-Yoon-Gu me dijo que de la nada apareció un niño idéntico a Dan y que posiblemente es tu hijo, ¿dónde está?- empezó a mirar a su alrededor hasta que me encontró, gritó y corrió a mi dirección.
Solo pude sentir como unas fuertes manos pellizcaban mis mejillas y las jalaban –Ay- me quejé pues realmente dolía, pero a él no le importó –Es idéntico a Dan, esta hermoso, que lindo, aunque saco tus ojos, que lástima, no importa para existen los pupilentes- Al verlo más de cerca pude notar que era alguien bastante atractivo y no solo eso, recordé donde lo había visto –¡Ya se quién eres!, eres Choi Heesung, ¿no?-
Él parpadeo un par de veces mirándome confundido, después dirigiendo su mirada a mi padre que estaba igual o inclusive más desorientado -Am sí, soy Choi Heesung, pero…-
-¿De dónde los conoces?- lo interrumpió mi papá.
-Oh, es que sale en la novela “Dinero y Amor”, la veo todas las noches con mi papi, eres su actor favorito, dice que actúas increíble a mí también me gusta su trabajo señor Heesung- sonreía mientras hablaba.
-¿Por qué Dan miraría esas cosas?- La voz de mi padre era molesta, sorprendentemente más de la normal.
-¡DAN VE MI NOVELA, ME SIENTO TAN AGRADECIDO!- En cambio el señor Choi Heesung se escuchaba muy feliz y emocionado como si un niño pequeño se tratase –Perdiste Jaekyung, él prefiere verme a mí, antes que a ti- decía inflando el pecho orgulloso.
-De casualidad Dan, ¿alguna vez vio…peleas?-
-No- era cierto, no le gustaba verlas, inclusive cuando iniciaban cambiaba de canal, apagaba la TV o ponía una película –Tampoco me dejaba verlas, dice que es mucha violencia y aún soy pequeño para ver ese contenido-
El semblante molesto de mi padre cambió de repente a uno triste combinado con decepción. Me dolió un poco verlo en ese estado, pero a los segundos su rostro regresó a su habitual ceño fruncido –Típico de Dan que le gustan esas mierdas-
-Oh, Jaekyung cálmate- dijo el señor Heesung. Pude notar quería decir algo más pero me volteo a ver antes de abrir la boca, ahí entendí que lo que sea que iban a dialogar sería una conversación privada de los dos.
-Iré a jugar por allá- dije feliz alejándome rápido de ahí, era mejor darles su espacio.
_Narra Jaekyung_
En cuanto Jae-hyun se alejó, Heesung rápidamente se dirigió a mí -¿Y dónde está Dan?-
-Eso también me gustaría saber-
-Espera, espera, me estás diciendo que ¿No sabes dónde está?, o sea, ¿De dónde sacaste a ese niño?-
-Pues, solo apareció en la puerta de mi departamento sin más-
-Y ya, ¿y él qué te dijo?-
-Pues que era hijo de Dan y mío. Que Dan es un doncel o una mierda así, según él y lo poco que he investigado los donceles hombres capaces de embarazarse. También me dijo que lo dejó conmigo porque Dan tenía que ir a un viaje de negocios-
-¿Y le creíste?-
-No, menos lo último, no tiene sentido-
-Lo sé, no conocí mucho a Dan pero lo poco que hablamos sé que él sería incapaz de dejar a su hijo solo, mucho menos con alguien extraño-
-Oye, no soy un extraño- me quejé
-Pues para Dan no, pero para el niño si lo eres-
Me quedé callado, la verdad tenía razón; pero aun así no me cuadraba la historia que el mocoso me había contado, algo no encajaba y averiguaría la verdad.
-¿Y por qué no te haces una prueba de ADN?-
-Lo estuve pensando toda mañana, pero no me siento listo aún-
-¿Por qué no?- me preguntaba Heesung con curiosidad -¿Apoco temes que realmente sea tu hijo y ahora te tengas qué responsabilizar al 100%?- se río tras decir eso.
-Más bien todo lo contrario- suspiré –Tengo miedo que ese niño no sea mío y que me dé cuenta que Dan si pudo olvidarme, pudo rehacer su vida al lado de otra persona, mientras que yo…agh no importa, me haré la prueba cuando me sienta preparado-
Heesung se limitó únicamente a verme, no dijo más, puso su mano en mi hombro demostrándome apoyo. Estuve entrenando alrededor de dos horas, hoy debía salir temprano pues era la fiesta de luchadores de renombre, retirados como jóvenes estrellas del momento.
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-¡Mocoso!, ¿dónde estás?- empecé a buscarlo por todos lados, pero no lo encontraba, solo pude ver sus juguetes regados alrededor el gimnasio, mmm que extraño.
-¡Aquí estoy!- salió manchado de rojo tanto en su cara como en su ropa, mientras sostenía en su mano un vasito con un líquido de ese mismo color. -¿Eh?, ¿qué te pasó?- me quité la toalla y limpie ese extraño líquido de su rostro.
-El gimnasio no es un lugar para hagas tus inventos raros-
-No hice ningún invento raro, preparé agua de Jamaica; me di cuenta que tu agua se había acabado, así que pensé que tendrías sed, pruébala, te gustará-
¿Jamaica?, nunca había escuchado ese nombre, tomé el vaso y la olfateé -¿De dónde sacaste los ingredientes?-
-Le dije al entrenador Park que te quería preparar agua, así que me ayudó a conseguirlos-, -Ándale, pruébala, es importante que te hidrates, papi decía eso- le sonreí.
Esa sonrisa de nuevo, ¿Por qué se debe parecer tanto a Dan?, ¿Qué estoy pagando?, Acerqué el vaso a mis labios y bebí el contenido, para mi sorpresa, ¡estaba deliciosa!, se sentía muy refrescante, bebí con más rapidez hasta acabármela.
-Me alegra que te gustase, además le puse un azúcar especial sin nada de grasa para que no perjudique tu dieta-
-Ya veo-
Me seguía mirando, al principio no entendí que quería, así que le devolví el vaso pero continuó ahí parado, a los segundos capté por fin lo que esperaba escuchar.
Miré a otro lado, un poco sonrojado, susurrando un despacio –Gracias- pero suficientemente fuerte para que él lo escuchase.
-De nada- río –voy por mis cosas para irnos, no tardo- seguido de eso empezó a correr para guardar sus juguetes y acomodando todo lo que había ensuciado al preparar el agua de Jamaica.
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Ya estando en el penthouse, cada uno se preparó para la fiesta de esta noche. Me vestí con traje sastre color negro, camisa blanca, corbata azul marina con detalles en blanco, azul y rojo, zapatos negros lustrados perfectamente. No estaba acostumbrado a vestir así, pero la verdad me quedaba muy bien. Me miré en el espejo un par de veces más antes de ponerme perfume, en mi cuello como muñecas. –Y como último accesorio- saqué un reloj de la marca Rolex plateado con detalles en negro.
-Te ves muy bien-
Escuché una pequeña voz, al girarme pude ver al enano diabólico vistiendo un trajecito azul marino, acompañado de una camisa blanca y una corbata que le hacía juego.
-Tampoco estás tan mal-
Él sonrió mirando toda mi colección de relojes con atención. –¿Te gusta alguno?- pregunté intentando no darle mucha importancia. –Ese es lindo- dijo señalándolo uno de la marca Calvin Klein, no era muy lujoso pero combina muy bien con su ropa, debía aceptar que este niño sabia vestirse aunque utilizara esa apestosa sudadera gris. Tomé el reloj sacándolo de su protector y se puse en su muñeca, ajustándolo para que le quedara bien.
-Gracias, me gusta mucho-
-Vamos, es hora de partir- Él solo asintió con su cabeza y caminó a mi lado siguiéndome el paso.
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Llegamos a la fiesta, la cual se llevaría a cabo en el club nocturno de uno de los rascacielos más importantes y altos de todo el país. Había varias celebridades, pero evidentemente los que más destacábamos éramos los luchadores de Artes Marciales Mixtas. Al llegar me saludaron, entre los presentes pude ver a Dominique Hill un luchador retirado que peleé con él años atrás, en cuanto me vio se acercó a mí.
-Joo Jaekyung, hasta que te dejas ver, escuché por ahí que has aumentado tus entrenamientos pues te estas preparando para tu última pelea-.
-Así es, entré siendo el mejor y me retiraré siendo el mejor-
-Jajaja, siempre tan soberbio y vanidoso-
-Pues puedo darme esos lujoso Dominique-
No dejaba de reír hasta que vio al mocoso –Oh, ¿y este niño?-
-Am es…bueno-
-Soy su hijo, me llamo Jae-hyun, mucho gusto- estiró su mano para saludarlo.
-Wow, ¿un hijo?, no sabía que eras padre, me alegro mucho por ti- apretó la mano de Jae-hyung devolviéndole el saludo –Igualmente pequeño, soy Dominique Hill-
En el transcurso de la noche, ese enano diabólico se encargó de decirles a todos que era mi hijo, incluido al tarado y feo de Randy Booker, que al saberlo solo fue hasta donde yo estaba para burlarse, lo bueno es que lo noqueé con un golpe, ¿me arrepentía?, por supuesto que no, es más lo volvería a hacer.
_Narra Jae-hyun_
Las primeras horas estando aquí habían sido bastante entretenidas, pero ahora realmente me estaba aburriendo, suspiré jugando con un vaso vacío de plástico. Miré a todos lados pero no pude ver a mi padre, me pareció un poco raro, pero no le tome importancia, seguramente había ido a beber a la terraza, cuando me disponía a ir a buscarlo un hombre se sentó frente a mí. Aquel sujeto tenía un tatuaje de cruz debajo de uno sus ojos, otro en su frente que formaba el número cinco, además de una gran cicatriz que llegaba hasta su frente; de igual forma su cabello era algo claro, pegándole al rubio bastante corto a decir verdad, traía una camisa de color vino brillante casi totalmente abierta pudiéndose ver sus cadenas como un tatuaje de un demonio agarrando un cuchillo con su boca. Sinceramente me dio bastante miedo en cuanto lo vi, me incomodaba su presencia.
-Hola, ¿eres Jae-hyun?, el hijo de Jaekyung-
Quería negarme, pero era el único niño en este lugar, así que moví mi cabeza arriba y abajo afirmando.
-Te pareces mucho a él- sonrió mostrándome un diente de oro brillante.
-Gracias, aunque no muchos me lo dices-
-¿Ah no?, pues yo si encuentro parecido- de la nada, este hombre invadió mi espacio personal acercándose demasiado, cosa que me incómodo lo que ocasionara que me hiciera para atrás chocando con el respaldo del asiento.
-Oh, no te asustes, solo quería verte mejor- seguido de eso tomó mis mejillas, apretándolas y pellizcándomelas.
-Ay, no hagas eso, y váyase-
-Jajaja, ya perdón- me soltó alzando sus manos en señal de tregua –Sí, definitivamente te pareces mucho a Jaekyung, yo lo conocí cuando tenía aproximadamente tu edad-
-¿De verdad?- no sabía que tan cierto era, pero me dio curiosidad.
-Claro, éramos mejores amigos, ¡oh!, pero que mal educado soy, no me he presentado, soy Baek Junmin, mucho gusto pequeño Jae-hyun-
-I-Igualmente-
-Espero volver a verte pronto- se levantó mientras se reía sínicamente. Estaba tan incómodo que ya no quería estar aquí, así que me levanté para buscar a mi padre -¿Jaekyung?- caminé empujando a algunos presentes que obstruían mi camino. –Jaekyung, ¿dónde estás?-
_Narra Jaekyung_
En la madrugada, las calles de Seúl eran realmente tranquilas, por lo cual no tardaría en llegar a mi departamento para degustar a esta belleza, ¿cuál belleza?, bien pues se trataba de un joven modelo que recientemente entró a la farándula, de largas piernas, cabello castaño y mirada tierna, se parecía tanto a Dan que no pude evitar traérmelo conmigo. Me acomodé mejor en el asiento y aceleré, sin embargo, por una extraña razón sentía que algo se me olvidaba, ¿pero qué era?, traigo mi celular, mi dinero, pero ¿qué?, justo en el alto me quedé observando el paisaje, y fue una coincidencia que parara justamente en la calle que daba a mi gimnasio así que lo observé. –Ese es mi gimnasio- Él joven volteó a verlo después de decir –Es muy lindo, Jaekyung- mmm Jae, ¿Jae?, MIERDA, ¡JAE-HYU!
Me di vuelta en U importándome poco que los demás me pitaban o me gritaban por hacer algo que no estaba permitido en esa calle.
-¡QUE HACES!- Me gritaba el joven mientras se aferraba al asiento
-¡OLVIDÉ A JAE-HYUN!- Aceleré a toda velocidad.
-¿Quién?-
En ese momento me paré en seco, mirando en dirección al modelo –bájate- ordené, -¿perdón?- me miraba confundido -¡QUE TE BAJES, ERES SORDO O QUÉ!- le quité el cinturón de seguridad, me estiré abriéndole la puerta casi sacándolo de ahí de un empujón, azoté la puerta de mi auto y avancé nuevamente, importándome poco los límites de velocidad –Joder, joder, joder-
No sé cómo, pero llegué a mi destino en menos de cinco minutos, bastantes invitados se habían ido pero había aumentado el número de paparazis los cuales al verme empezaron a tomarme fotos, mientras decían -¿Joo Jaekyung?, ¿por qué volvió?- cubrí mi cara e ingresé al lugar.
Ya había poca la gente y la mayoría estaban tan borrachos por lo cual era imposible preguntarles -¡JAE-HYUN!- corrí por todas partes –JAE-HYUN-, -NIÑO, ¿DÓNDE ESTÁS?-, ¡MOCOSO NO ME HAGAS ESTO!-
Mis gritos eran tan fuertes que no se en que momento los paparazis entraron al club tomando fotos o algunos grabando la escena, pero no presté atención debía encontrarlo. Corrí en dirección a la terraza y al llegar ahí el alma me regresó al cuerpo pude verlo sentado acurrucado en uno de los sillones con los ojos cerrados, en cuanto me acerqué pude notar que estaba balbuceando dormido, por lo que solo logré escuchar un ligero “Papi te extraño”, “papi despierta”. ¿Papi despierta?, ¿Qué quería decir con eso?
Lo moví de forma brusca –mocoso despierta-, despertó fácilmente y me miró a los ojos.
-¡Papá!- me abrazó fuertemente aferrándose a mí como un koala.
-Ya te dije que no me digas papá-
-Pensé que me habías abandonado-
No dije más, cubrí su rostro con mí saco y lo cargué con facilidad. En cuanto salí de la terraza pude ver alrededor de treinta paparazis, que empezaron a tomarnos fotos.
-¡POR DIOS, EL EMPERADOR TIENE UN HIJO Y LO DEJÓ ABANDONADO EN UN CLUB- Gritaba uno de ellos, mientras otros solo reían y tomaban más fotos. Fue tanta mi molestia que sin pensarlo agarré fuertemente al enano diabólico con mi brazo izquierdo mientras que con el derecho golpeé a ese estúpido hombre.
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Al despertar me dolía demasiado la cabeza, ¿apoco había tomado?, seguramente sí, sentí como unas pequeñas manos rodeando mi cintura, al bajar mi mirada pude ver al mocoso profundamente dormido abrazándome como si fuera un especie de peluche. En cuanto lo vi recordé todo lo que pasó anoche, los eventos de la fiesta, que iba a coger con un modelos guapísimo y que dejé a este niño abandonado, no puede ser.
Estiré mi mano para tomar mi celular, tenía un sinfín de notificaciones, llamadas perdidas de los muchachos, mensajes y demás. En cuanto desbloqué mi teléfono entré a Twitter y ahí pude ver que era tendencia a nivel nacional. Los hashtag más utilizado era #El emperador mal padre, #Joo Jaekyung abandona a su hijo #Dejado en el club, #Pésimo padre, #¡Se comieron mi torta! Okey ese último se me hizo extraño, seguí leyendo las notas, todo el mundo hablaba sobre lo ocurrido, además de que había fotos e inclusive videos del momento, al menos había servido cubrir el rostro del enano, pero mi cara si estaba en todos los medios.
-Joder, esto es malo- peiné mi cabello haciéndolo para atrás, -¡Ahora qué coño haré!- Estaba desesperado pues me encontraba a dos meses de mi retiro y este escándalo solo perjudicaría todo.
C O N T I N U A R A…
